A los 15 años abandoné mi hogar en Ñuu Savi, salí y recorrí mundos distintos al mío. Comencé mi formación como documentalista y, tras ello, nació en mí el interés por aprender el idioma que habla mi familia y que me fue prohibido desde la infancia. Ahora que regreso mi padre ha fallecido; y con él su lengua. En este documental hago una búsqueda del tu’un savi (mixteco) a través de sus hablantes.